dimecres, 9 de març del 2011

EL MARXISMO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL MOVIMIENTRO OBRERO


1.- El pensamiento marxista

Marx estudió filosofía  en las universidades de Bonn y Berlín, donde en esa época había mucha influencia de Hegel. Marx y Engeles fueron teóricos y activistas del movimiento obrero, sobre todo en los debates de la I Internacional. Su doctrina se fundamenta en Hegel, el socialismo utópico y la economía política inglesa (Adam Smith, etc…). Las principales obras del marxismo fueron:

-         El Manifiesto Comunista (1848), que surgió en las revoluciones del 48
-         El Capital, que es un estudio del sistema capitalista y que se publicó en tres volúmenes
-         Las Tesis sobre Feuerbach, donde se demanda la implicación de los filósofos en la transformación del mundo

La doctrina marxista se basa en un método dialéctico en el que Marx afirma que toda sociedad genera unas contradicciones y de la relación entre ambas surge una nueva sociedad distinta a la anterior. Con esto observamos un carácter dinámico, demostrando que las sociedades están en cambio, lo que significa que el movimiento obrero considera que es posible llegar a una nueva sociedad, creando una esperanza y difundiendo la idea de progreso.

Dentro de la ideología marxista cabe señalar el concepto de Materialismo Histórico, un materialismo en contraposición al Idealismo hegeliano, ya que Hegel afirmaba que el fundamento de la sociedad se encuentra en las ideas o la voluntad de los hombres, mientras que para Marx son las circunstancias materiales las que determinan los hechos históricos. Asimismo, señala que en toda sociedad hay dos niveles:

-         La Infraestructura à referente a la economía. Compuesta por dos elementos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción. A su vez, dentro de las fuerzas productivas distingue entre los medios de producción (utensilios, la fábrica o el campo) y la fuerza de trabajo (el obrero o el campesino). Las relaciones de producción son aquellas que se dan entre los participantes del proceso productivo y que se basan, en primer lugar, en la distribución de la propiedad (propietarios o no propietarios de la producción). Asimismo, éstas se establecen en función de la participación en el trabajo (obreros y empresarios), así como en la distribución de los beneficios (más beneficios para el empresario y la supervivencia para el proletario). Por todo esto, Marx afirma que la propiedad privada conduce a una cosificación de las relaciones.
-         La Superestructura à sobre esta infraestructura  existe una superestructura compuesta también por dos elementos: la ideología y las instituciones jurídico-políticas. Respecto a la ideología, afirmaba Marx, que en una sociedad capitalista la ideología dominante  es la de la clase dominante, lo cual comporta que dicha ideología sea aceptaba por los dominados como natural y, además, las clases dominantes consideran natural el ejercicio de su dominio. Respecto al Estado, Hegel plantea que todas las aspiraciones particulares y las comunitarias se conseguían armonizar, aspecto en el que Marx no estaba de acuerdo, puesto que afirma que el Estado es opresor y no neutral (como decía Hegel), respondiendo a los intereses de las clases dominantes.

Marx señala que en toda sociedad hay un desarrollo en los medios de producción por la intervención de la ciencia, la cual considera importante con una aplicación en vistas a intereses económicos. Como consecuencia hay un desarrollo de las fuerzas productivas, que no se corresponde con las relaciones de producción de forma que éstas se convierten en un obstáculo que impide el desarrollo de las fuerzas productivas. Esto conlleva a un cambio en las relaciones de producción, lo que Marx denomina la Revolución Social.

Una vez creada una nueva infraestructura la superestructura se convierte en un obstáculo, lo cual provoca una nueva revolución, pero esta vez de carácter político. Por eso Marx explica que las revoluciones no son accidentes en la Historia, sino que responden a la necesidad de cambio. Así, por ejemplo, en el Antiguo Régimen llega un momento en el que cambia el sistema económico y se introduce una nueva maquinaria que aumenta la producción, por lo que se entra en conflicto con las relaciones de producción y la burguesía debe acceder al poder para poder cambiar su situación. Aplicado al capitalismo, el proletariado es el protagonista del cambio. En este caso se da una socialización de las fuerzas productivas, situación que entra en contradicción con unas relaciones basadas en la propiedad privada. Con ello, el proletariado exige un cambio para socializar los beneficios y la propiedad.

Marx realiza un análisis económico del capitalismo, al que define como un medio de producción, es decir, una sociedad global con superestructura e infraestructura. Nuestro autor divide la Historia de la Humanidad en una evolución de modos de producción, pero que no es lineal. Estos modos de producción son los siguientes:

  • LA comuna primitiva: pequeños grupos sin propiedad privada y con gestión comunal
  • El modo de producción asiático: las primeras civilizaciones. Es el comienzo de la propiedad privada.
  • El esclavismo de Grecia y Roma, también llamado “modo de producción antiguo”
  • El feudalismo: siervos y señores
  • El capitalismo, del que según la teoría de Marx, se desprende una última fase, el socialismo, donde finaliza la propiedad privada.

Por esto, Marx insiste en que la Historia no se basa en las ideas, sino en los modos de producción. Afirma que el capitalismo es un sistema inhumano al no producirse según las necesidades del hombre, sino según los intereses de una élite. Además, explica que es un sistema injusto porque no va a favorecer que desaparezca el sistema clasista, sino que fomenta las desigualdades sociales. Por último, explica que es un sistema irracional porque no existe una planificación económica existiendo una anarquía industrial, ya que no se producen los objetos que más benefician a la sociedad, sino los que benefician a unos pocos, de lo que derivan las crisis periódicas provocadas por la sobreproducción. Para realizar este análisis, Marx se basa en algunos teóricos del liberalismo inglés como Adam Smith o David Ricardo. Uno de ellos es la teoría del valor-trabajo de Adam Smith, en el que explica que el valor de un objeto reside en el trabajo empleado para producirlo. El precio del trabajo es lo que permite la subsistencia del trabajador y la reproducción de la fuerza de trabajo, con lo que llegamos al concepto de plusvalía

El capital tiene una composición orgánica que puede ser:

-         Constante à todo el capital que se invierte en los componentes fijos en el proceso productivo (máquinas, materias primas). Esos elementos sólo pueden transmitir el valor que en sí mismo tienen.
-         Variable à es aquél que se invierte en la compra de servicios de trabajo, la cual, según Marx, tiene la cualidad de crear más valor de la que tiene su salario.

La plusvalía es el valor adicional que ha creado el trabajador por encima del valor de su salario. Veamos la fórmula para sacar el valor:

V= CC + CV + P (tª de la plusvalía)

Esta plusvalía se puede generar de varias maneras, como sobreexplotando la fuerza de trabajo aunque no necesariamente tiene que ser bajando los salarios y aumentando las horas de trabajo. A medida que se produce un avance tecnológico cuesta más dinero pero aumenta la productividad, lo que permite aumentar los salarios y reducir la jornada laboral. Según Marx, en el capitalismo hay una explotación en sentido moral.

Cabe señalar los siguientes conceptos:

  • Tasa de plusvalía à es el beneficio que se ha obtenido dividido por lo pagado en la fuerza de trabajo: P/CV
  • Tasa de beneficio à P/CC+CV= X

Asimismo, elabora toda una serie de leyes de desarrollo del capitalismo:

1.- Tendencia descendente de la tasa de beneficio partiendo del razonamiento de que la tasa de beneficio está determinada por la tasa de plusvalía en proporción directa. A más tasa de plusvalía mayor tasa de beneficio. Y a menor tasa de capital menor beneficio.

2.- El capitalista tendrá que invertir más en capital constante. Si se invierte más en la CC la TB descenderá. Esta tendencia decreciente se puede contrarrestar con muchos factores, como abaratar las materias primas haciendo acopio en nuevos mercados, a través de la producción de más mercancías… En un momento determinado se entrará en una tendencia secular de la TB. Consecuencias: tendencia progresiva de empobrecimiento de la clase obrera. Para Marx habría que forzar una disminución de la CV, lo cual se realiza aumentando la duración de la jornada laboral o incrementando la productividad.

3.- Tendencia progresiva a la concentración de capital. Ello aumenta la competitividad capitalista, y magnificarán el mercado. La competencia rebasará las competencias nacionales y eso reducirá la internacionalización de las grandes empresas y acentuará la lucha de clases

4.- Marx analizó el comportamiento cíclico del capitalismo. Se producirá una gran oferta de mercancías y una insuficiente demanda de éstas. Llegará un momento en donde no habrá una demanda en el mercado suficiente para absorber todo lo que se produce, lo que conllevará a una bajada de precios, menor beneficio y finalmente la crisis. Son crisis de sobre-producción que van a sucederse de forma cíclica, pero cada vez van a ser peores. Va a haber mayor agudización de las luchas de clases.

Marx pensaba que la lógica del capitalismo era un desarrollo incesante. Planteó que la lógica del propio capitalismo era su propia destrucción; El desarrollo de ese capitalismo llegaría a su máximo nivel en aquellos países que ha conocido antes el desarrollo del capitalismo. Habla también de la definición de esa futura sociedad socialista: la clase obrera sería la protagonista del proceso de cambio. Se produciría una liberalización completa del hombre. Habría una riqueza infinita, con un enorme desarrollo de las fuerzas productivas, donde la propiedad privada no existiría, no habría ni clases ni Estado (al servicio de una clase). Para llegar a esa situación habría una fase de transición, es lo que conocemos como la Dictadura del Proletariado. (APUNTES)

2.- Organización e internacionalización del movimiento obrero: De la A.I.T. a la Comuna de París.

La I internacional es una cuestión central para la consolidación del movimiento obrero. Tiene mucho que ver con Marx. Es un paso importante en el sentido que vertebra el movimiento a nivel nacional y también internacional. El punto de partida es la conciencia de intereses comunes de los obreros ante un sistema que es el capitalismo sin distinciones ni fronteras. La I Internacional se funda en 1864 y va a contar con el Consejo Federal que encabeza Marx. En el manifiesto inaugural se esbozan dos principios fundamentales:

1.- Emancipación de la clase obrera como obra únicamente de la clase de la clase obrera
2.- Conquista del poder político para derrocar al capitalismo y así liberarse de la opresión que sufre la clase obrera. Hubo una heterogeneidad que tuvo problemas y enfrentamientos, así como un progresivo proceso de separación de diversas corrientes. El más acusado fue con los anarquistas, primero con los proudhonianos, ya que los marxistas defienden la lucha política y las huelgas, así como los sindicatos. Dicho enfrentamiento no fue ajeno al enfrentamiento personal entre Marx y Bakunin. La discrepancia entre Marx y Bakunin se agrupan en tres aspectos:

1.- En la estructura orgánica de la Internacional: mientras que los marxistas piensan que debe ser centralizada los anarquistas insisten en una descentralización que fuera la suma de las federaciones regionales.

2.- Lo que se refiere al concepto de la Revolución también es un aspecto candente, puesto que para Bakunin la Revolución es espontánea, voluntarista, resultado de la acción voluntaria de los hombres. Para Marx, sin embargo, el único agente revolucionario es el proletariado industrial, aunque eso no significa que no incluyera al campesinado e incluso una pequeña clase burguesa. Bakunin piensa que era el proletariado agrícola el que iba a tener el papel fundamental en la Revolución.

3.-Marx valora cualquier proceso positivo que se produzca sin necesidad de la Revolución, es decir, defiende la Revolución pero mientras ésta no se realizara consideraba que las reformas eran positivas. En cambio, Bakunin rechaza la vía reformista y la participación electoral, porque piensa que retrasa la conciencia de la clase obrera.

Finalmente se da la separación de la rama bakuninista, el primer factor de la desaparición de la AIT.  La I Internacional contribuyó a difundir el pensamiento del movimiento obrero en los distintos países a pesar de que no hubo una gran afiliación. Finalmente se autodisolvió.

La Comuna de Paris es un movimiento Revolucionario que se da en 1871 en Paris al fin de la guerra franco-prusiana. Se daba un claro vacío del poder y triunfa una asamblea comunal que va a tomar el poder planteándose un nuevo modelo político con una procedencia popular directa y que se vincula a la Internacional (lo cual no es cierto, puesto que hay una variedad de grupos: presencia jacobina, proudhonianos, bakuninistas, blasquistas…). En el manifiesto pragmático habla de la autonomía de las comunas, pero no es el programa de la Internacional. Se habla de los derechos de reunión, prensa, enseñanza gratuita, de los talleres abandonados, de la prohibición del trabajo nocturno, de mujeres y niños.

 El gobierno francés de Thiers va a avanzar con un ejército numeroso de 170.000 soldados que en lo que conocemos como “La Semana Sangrienta” va a reprimir con dureza la comuna, con cifras impactantes: 20.000 ejecuciones y 7.500 deportados. La represión contra la comuna fue la excusa que utilizaron algunos países como Alemania, España o  Dinamarca para neutralizar la Internacional incluso declarándola ilegal. Todo ello unido a las disensiones internas provocó que en 1876 se disolviera en Filadelfia la I Internacional.


3.- La formación de las organizaciones políticas y sindicales obreras de ámbito nacional. La II Internacional. La polémica revisionista y la socialdemocracia.

Hasta 1890 no se intentaría recomponer la II Internacional. A partir de esta fecha (entre 1876-1914/15) el movimiento obrero va a conocer tres procesos:

1.- La consolidación del sindicalismo y la lucha y consecución de una serie de conquistas laborales y sociales.
2.- La expansión del anarquismo.
3.- La creación de los partidos socialistas y su convergencia en una II Internacional

En cuanto al primer aspecto, los procesos de concentración del capitalismo van a generar la creación de un sindicalismo más masivo, más amplio. El sindicalismo empieza a agrupar a otros sectores de la clase obrera. Se da un claro impulso a la vertebración de organizaciones nacionales sólidas que pueden hacer más eficaz la lucha. En 1914 en Gran Bretaña hay una afiliación sindical de en torno a 4 millones de sindicales.  Como consecuencia, se impone en muchos países la negociación colectiva entre patronos y obreros para fijar las condiciones laborales. Los mecanismos de presión utilizados son la huelga. En estrecha relación con esto hay que contemplar aspectos concretos de mejora en el ámbito social y laboral. Mejoras:

-         La reducción de la jornada laboral, bien por grupos de trabajadores, trabajo infantil y femenino, pero también en general de todos los trabajadores. Se reduce a 8 horas en las minas y a 10h en los talleres. Eso fue la gran reivindicación junto con el descanso dominical, así como las mejoras en el ámbito de trabajo (salubridad, accidentalidad y mejoras salariales). Cabe señalar que dichas medidas no se consiguieron con el cambio de siglo en todos los países, hasta después de la I Guerra Mundial.
-         Se van a plantear mejoras para la clase obrera que rebasan el ámbito social, como condiciones de trabajo para mujeres y niños con más garantías o la prohibición del trabajo infantil. En Inglaterra se estableció la edad mínima para trabajar a las 9 años, en Francia con 8 años, aunque en 1874 se aumentó a 10 años y más tarde a 12 años.
-         Desde aquí se pasó a la cuestión social desde dos perspectivas:
o       Elaboración de una legislación social.
o       Progresiva intervención del Estado a través de una fiscalización y control de las cuestiones obreras.

La más significativa fue la elaboración de una legislación social y en ello el país pionero fue la Alemania de Bismarck. Las tres leyes destacables afectaron al mundo laboral y tuvieron gran impacto social:

1.- La Ley de Protección del Trabajador ante la enfermedad (1883)
2.- El seguro de accidentes de trabajo (el trabajador recibiría un subsidio del Estado) (1884)
3.- Ley que regula el seguro de vejez e invalidez

Con ello, Alemania se puso a la cabeza del Estado de Bienestar. Esto se dio por el temor de Bismarck a una presión sindical, y también por la confluencia de un partido de masas católico que está muy influido por un sindicalismo católico que reivindica también estos aspectos.

Por lo que se refiere a la extensión del anarquismo que se da durante esta etapa, de su tronco principal que parte de Bakunin o Proudhon se desarrollan dos corrientes:

-         Anarcosindicalismo à utilizaban el sindicalismo como medio para conseguir sus objetivos. Rechaza la violencia y defiende dos mecanismos: la acción directa de los trabajadores entendiendo los sindicatos, y la huelga revolucionaria con el objetivo de conseguir mejoras y una nueva sociedad. Tiene una expansión importante en los países menos desarrollados y cristaliza en la creación de sindicatos de carácter anarquista como la CNT de España creada en 1910, la cual consigue una gran afiliación (en 1936 tiene millón y medio de afiliados).
-         Anarco-comunistas à introducen la acción violenta para conseguir sus fines inmediatos. Estos grupos van a organizarse a nivel internacional y su estrategia es el uso de atentados pero concretizados en aquellos símbolos de la sociedad capitalista. Se trata de magnicidios (símbolos de la realeza, de la Iglesia, etc…). Los años finales del siglo XIX y a partir del siglo XX sucedieron magnicidios importantes, como el asesinato de Cánovas, la emperatriz Isabel de Austria, Canalejas.

Por último, otro de los procesos que se dan es la creación de sindicatos socialistas en el entorno internacional. La gran represión de la Comuna supuso una paralización en la creación del organismo intervencionalista. A partir de los años 80 empiezan a organizarse corrientes políticas vinculadas al sindicalismo que empezarían a canalizar la lucha política de la clase obrera. Estamos asistiendo  al nacimiento de los partidos obreros, lo cual se da en Inglaterra, Francia y Alemania en primer lugar. En Inglaterra el Partido Laborista presenta muchas diferencias con respecto a otros partidos, como el Partido Socialista Italiano o el español, puesto que bebe del cooperativismo. En Francia destacan dos partidos socialistas:

-         Partido Socialista Francés à que podríamos considerarlo el ejemplo para los partidos socialistas del sur europeo
-         El Partido Unificado à que se forma a partir de 1905 y que está dirigido por dos líderes: Guesde y Jaurés.

Asimismo, en 1895 se funda la CGT (Confederación General del Trabajo), que es un modelo similar al de España.

En España el Partido Socialista Obrero se funda en 1879 apareció por influencia de las ideas marxistas. El principal dirigente fue Pablo Iglesias, tipógrafo, que fue su primer diputado. La UGT aparece en 1888 en Barcelona, vinculándose de inmediato al PSOE. En el caso español el anarquismo tuvo mucho mayor arraigo, aunque hasta 1910 no se creó la CGT. Ni el PSOE ni la UGT tuvieron peso alguno en el Movimiento Obrero Internacional.

En Italia destacaría el Partido Socialista Italiano. Y en Alemania nos encontramos con el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que en los años 70 se produce con el programa de Gotha y a través de la fusión de dos  partidos socialistas alemanes:

-         La Asociación General de Trabajadores Alemanes que dirige LaSalle
-         El Partido Socialdemócrata de los Trabajadores de Bebel

Este partido va a tener un cierto éxito y es copiado en determinados países del centro o norte de Europa (Bélgica, Austria, Países Nórdicos, etc…). El Partido Sociademócrata Alemán es de corte marxista cuyo principal objetivo es la Revolución Proletaria. El debate del Revisionismo aparece aquí, dado que hay buenos teóricos, que siguen reflexionando sobre su propia sociedad, sin quedar anclados en la que vivió Marx. Determinados ideólogos van a dar un paso y plantean la posibilidad de llevar al socialismo por la vía reformista, como es el caso de Eduard Berstein. El aporte más importante de Eduard Bernstein a la articulación de la ideología socialdemócrata de aquella época quedó sintetizada en su famosa obra Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia, publicada en 1899. En ella se hace una revisión de la teoría marxista, estableciendo sus errores y contradicciones, según Bernstein, y se postulan los principios y las tesis de la naciente socialdemocracia. Si bien todo el planteamiento de Bernstein se basa en la teoría de la sociedad elaborada por Marx y Engels –el socialismo científico-, aquél está en desacuerdo en muchos de sus puntos. Sobre todo en el que sostiene que la vía para lograr la conquista del poder político por parte del proletariado, debía ser a través de la revolución.
Para los revisionistas (socialdemócratas) dicha conquista debería lograrse por el camino de la lucha parlamentaria mediante la explotación del derecho de voto y la utilización de todos los instrumentos legales. En suma, la propuesta bernsteiniana, al igual que el marxismo clásico, tiene como meta la transformación del capitalismo en socialismo. No obstante, la estrategia socialdemócrata es totalmente diferente. Así, para Bernstein las tareas de la socialdemocracia consisten en organizar políticamente a la clase trabajadora y luchar por todas las reformas políticas que sirvan para transformar el sistema político en democracia. En conclusión, puede afirmarse que la ideología socialdemócrata, desarrollada por Eduard Bernstein, logró superar teórica y prácticamente el utopismo socialista, aunque manteniendo el ideal de construir una sociedad más justa e igualitaria.                        

Se formalizó la II Internacional en 1884, que incluía a partidos obreros y a diferencia de la I Internacional había una mayor homogeneidad política. Su estructura orgánica no era tan centralizada como había sido la I, mientras que su orientación sería marxista y socialista. Se perseguía una coordinación para la lucha socialista que se planteaba a nivel teórico y simbólico y otro a nivel pragmático. Sus instituciones centrales eran:

1.- El buró socialista à comité permanente con sede en Bruselas y una representación paritaria, de dos delegados por cada país. Tenía un secretario permanente.

2.- La comisión interparlamentaria à que coordinaba la acción política del movimiento socialista.

Su funcionamiento  fue mucho más eficaz que la I Internacional y su importancia se debe a que, además de consolidar el movimiento obrero, fue la difusión de la teoría socialista y, sobre todo, una institucionalización de los símbolos del movimiento obrero tales como la creación del himno de la Internacional, la institucionalización del 2 de mayo o la jornada laboral de ocho horas.  Se realizaron debates que básicamente girarían en torno a tres cuestiones:

1.- La teoría y la praxis de los partidos socialistas (el debate revisionista)
2.- La cuestión social y el imperialismo
3.- La cuestión de la guerra, el elemento que más afectó a la Internacional

La II Internacional se dividió en tres grandes tendencias:

1.- Revisionista à que va a tener como líder a Berstein
2.-Revolucionaria à con Lenin y Rosa Luxemburgo principalmente, y también destacaría la figura de Liebknecht.
3.- Centrista à con Kavtsky

Éstas se formalizaron especialmente en el primer gran debate de la II Internacional. El debate surge primero dentro del Partido Social-Demócrata Alemán, pero luego se traslada a la II Internacional a propósito de la posible o no colaboración de los partidos socialistas.  En 1893 se celebró un congreso en Zurich y en 1896 otro en Londres que fueron favorables a la lucha sindical y progresivos en el ámbito laboral. Se condenaba la participación de partidos obreros en gobiernos burgueses, aunque en la práctica se realizaba igualmente.

TENDENCIA REIVISIONISTA

Cabe citar dos tesis de Berstein, Premisas del Socialismo y Tareas de la Socialdemocracia, ya que realiza una revisión de determinados postulados del marxismo, básicamente de aquella ley general del progresivo empobrecimiento de la clase obrera (es lo que algunos autores denominan “la pauperización de la clase obrera”). Criticaba la teoría de la plusvalía y del valor y lo más importante fue la conclusión a la que llegaba: tenía dudas de la llegada al socialismo sólo por la vía revolucionaria. Penaba que se podía llegar al socialismo a través de reformas progresivas y avanzando en la democracia. En definitiva, se trataba de justificar en la teoría lo que el Partido Socialdemócrata Alemán ya estaba realizando en la práctica. 

TENDENCIA REVOLUCIONARIA

Ésta fue minoritaria en la II Internacional y crítica con el revisionismo, ya que la colaboración de los obreros con los burgueses iba a dificultar la toma de conciencia de la clase obrera y retrasar, por tanto, la revolución. Por tanto, se había distorsionado el objetivo de la clase obrera.  El socialismo sólo podía llegar a través de la Revolución.

TENDENCIA CENTRISTA

Entre estas dos tendencias hay una centrista con Kavtsky, que piensa que el objetivo fundamental es la revolución también, pero que mientras llega esa revolución  se debe colaborar con los partidos burgueses para conseguir reformas (lo cual Marx no defendía). Con esto, se va  allegar a debates más concretos.


 En el Congreso de Ámsterdam (1904) se plantea la viabilidad de la huelga como medio para acabar con el capitalismo, lo que tenía mucho que ver con el anarquismo. En este congreso finalmente se rechazó, porque la huelga no era el instrumento único. En 1905, con la Revolución Rusa, se vuelven a suscitar dudas sobre ello. La otra cuestión que se plantea es la cuestión imperial. El punto de partida fue en torno  a una declaración sobre el tema de la esclavitud. La Internacional Socialista se manifestó en contra de la esclavitud y a favor de la igualdad de razas. En 1907 se volvió a plantear desde la óptica del colonialismo y se planteaban divergencias:

-         Una que sería la de condena unánime del colonialismo entendida con una extensión del capitalismo
-         Frente a ésta hay posturas más acentuadas: Holanda, Alemania y Francia, entre otros, condenaban la barbarie de los colonizadores, pero un sector tenía una postura más benévola porque decían que eran pueblos más atrasados y la administración colonial tenía un aspecto positivo: ayudaba a colonizar a estos pueblos, ya que esa civilización era a la que aspiraba. Ésta fue defendida por figuras como David o Vankol.

El último tema a debatir fue el de la postura de la Internacional ante los socialistas y la guerra. Fue el problema que más afectó a la II Internacional y se planteó en Stuttgart en 1907. Destacan dos posturas:

1.- Una minoritaria que defendía al país prioritariamente
2.- Una mayoritaria que consideraba la guerra como originada por las contradicciones internas del sistema capitalista en relación con la cuestión colonial, que había suscitado la necesidad de nuevos mercados y, con ello, la confrontación entre éstos.

La guerra sería la conclusión final del deterioro del capitalismo. La lucha de la clase obrera es la lucha de su clase, que es la misma en todos los países. Pretendían aprovechar esta confrontación del capitalismo para acabar con él y abstenerse de ir a la guerra preparando insurrecciones generales y desarrollar la Revolución. Esto lo retomó el Congreso de Basilea en 1912. No obstante, la práctica fue distinta: en los países beligerantes se dio una oleada de exaltación patriótica y de defensa de los países, produciéndose la movilización nacionalista y el alistamiento masivo.

En el período de entreguerras se produce el desarrollo de otros tipos de movilización obrera que no representan ni el anarquismo ni el socialismo, sino que tienen una ideología más próxima al liberalismo democrático o que tienen una inspiración cristiana (no sólo católica). Lo conocemos como el “catolicismo social”. La encíclica da el estímulo de unos movimientos obreros de inspiración católica que condenaba el capitalismo y el liberalismo salvaje. Reconocían la propiedad privada, pero que debía estar supeditada al bienestar general. Reconocía la licitud obrera para su asociación sindical, por lo que destaca la creación de sindicatos y partidos en Alemania, Bélgica, Italia y España, como el Partido Católico de Italia o el Partido Católico Belga.

En este movimiento se produce una escisión que luego se cristaliza en partidos:

-         Aquéllos que defienden una vía revolucionaria (bolcheviques)
-         Seguirá en la línea de la II Internacional (la social-democracia)

En 1919 se crea la III Internacional, en la que se produce un abandono de las tesis leninistas, con una extrema y rígida centralización. Ese radicalismo sólo se dio al principio, porque a partir de los años 30 el ascenso de los fascismos hizo que los partidos comunistas tuvieran que atemperar sus posturas. Todo ello, junto con los factores internos, llevará a un deterioro progresivo de la III Internacional en 1943.La II Internacional se inclinó hacia el revisionismo y de condena y enfrentamiento con el leninismo manifestada en los Congresos de Berna y Ginebra. En 1923 se crea la IV Internacional o Internacional Socialista Obrera, la cual suponía una prolongación de la II en realidad. Ésta permaneció hasta 1940 y es precedente directo de la creación en 1950 de la Internacional Socialista.
                        

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